Pasó por la peluquería bibliotecaria el músico, rock Star, Gonzalo Aloras, para dejar su primer libro publicado El síndrome de Greta, de Spinoza producciones.
Es el ibro de las nuevas expresiones, de una generación en lucha a contrarreloj por un cambio de paradigma a escala mundial. A través de la voz de Greta Thunberg, Gonzalo elabora informe, ensayo y ficción casi poética con la maestría de un prestidigitador de las letras. Gonzalo a su vez, crea siglas muy claras sobre el capitalismo y la locura industrial a un punto en el que roza lo fantástico y por qué no lo distópico, pero no deja de lado la denuncia del desastre mundial que barre el fondo completo del libro, como en una pileta, levantando el barro indispensable de su lectura.
Fue presentado el diez de diciembre a las 20:00h, en la Fundación Astengo, Mitre 754, Rosario. El genio de paso, sacó a relucir la guitarra e hizo un espectacular show acústico frente al público
ANÉCDOTA ALORAS
En 1981, mi primer año de la secundaria, me tocó un profesor de matemáticas estilo nazi, propio de la época, de esos tipos que pensaban que los alumnos éramos unos boludos que debíamos acatar con una sonrisa sus bravuconadas machotas, un día dijo, en medio de una conversación en la que nos rebajaba: “alguno de ustedes va a armar un conjunto y le van a poner de nombre manteca rancia” y todos reímos por supuesto. Creería que ninguno de aquellos compañeros se debe de acordar de esa basureada como otras miles que padecí al año siguiente porque repetí por supus. Lo único que había escuchado como original en todo ese año y en ese colegio fue el nombre posible para una banda. Era un nombre rebelde que salía de la boca de alguien totalmente contrario a un atisbo de rebeldía, alguien que jamás entendería a tipos como Gonzalo Aloras, que casi veinte años después irrumpió con toda la potencia del ambiente rockero post 80’s, con una banda de nombre Mortadela Rancia, y yo me encontraba representado con esa rebeldía joven. Estoy segurísimo de que el profesor no escuchó nunca a la banda de Gonzalo, pero yo, entre medio del lío en el que me encontraba iniciando una peluquería y un matrimonio con hija, lo seguía como podía viendo cómo continuaría su carrera en la banda de Fito, con Charly o Spinetta. Todavía no le conté esto a Gonzalo, dijo que volvería a cortarse el cabello y ahí la escuchará.