La entrevista con el abogado y poeta Lisandro González mantuvo una previa: se ha cortado el cabello y su entrevistador ha sido el peluquero. Al cierre de la peluquería y ya con el micrófono adherido a su camisa, el tema fue la poesía, de la que puede hablar y mucho. Confirma su idoneidad cuando recibe el Premio de Poesía José Pedroni en el año 2013, con el libro Poemas lumbares y recientemente fue publicado su nuevo libro Lastre, que recibió el Segundo Premio del Concurso Provincial de Poesía Alfredo Veiravé, y como si eso fuera poco, su trabajo de reseñas culturales, se puede ver en diarios o revistas digitales.
Mientras finalizaba su corte de cabello, Lisandro hablaba de las telecomunicaciones y la poesía, porque en la entrevista de bar o lugar neutral suele haber distracciones. En la entrevista peluqueril se mantiene el tono amigable, la calidad discursiva propicia para soltarse y cierta confidencia. La primera pregunta fue hacia dónde centraba su obra.
—¿Al componer un libro cada poema era un mundo en sí mismo en forma aleatoria o buscabas un tema inicial para mantener en el resto de los poemas?
—Creo que estaría más bien en lo aleatorio. Pienso que puede haber alguna cuestión de fondo. Por ejemplo, hay gente que escribe poesía de ciencia ficción. Lo leí en una antología de Ediciones en Danza y ahí encontré un límite, me di cuenta de que no podía mantener una línea, un tema. Incluso me lo he propuesto y no lo pude concretar. Si miro lo escrito en estos años entiendo que he tratado de cambiar de temas, de buscar otros tonos y no sé si he variado mucho. Me parece que siempre voy más o menos por una cuestión parecida, pero que nunca trata sobre un solo tema a lo largo del libro y es la pregunta que uno se hace sobre la mirada que uno intenta a través de la palabra. Hugo Diz siempre me decía: “vos tenés que tratar de escribir libros que tengan una unidad, que tengan algo en común, tratar de dar un tema”. Yo trato de elaborar bastante los poemas, y por las ocupaciones de la vida cotidiana no les dedico el tiempo que me gustaría. Pero intento que haya una unidad. Los divido siempre como en capítulos y que cada uno tenga algo que lo una. Hay secciones de poemas por ejemplo, que suelo trabajar desde lo formal, donde todos comienzan con la misma palabra y no más de 100, son proposiciones.
EL RESTO DE LA NOTA LA PODÉS VER A TRAVES DEL LINK: