Marcelo Rubio* ha construido en su último libro El llovedor, una novela cuyo desarrollo es tan efectivo como el lenguaje utilizado. Trata sobre una sequía amenazante que se siente desde las primeras páginas y asolará en alguna parte de la pampa argentina, específicamente en el campo y su siembra. La absoluta soledad, el silencio, el desierto, el monte en plena vegetación sin lluvia, los animales resecos y todas las palabras parecen ser parte de la sequía. En ese punto, el primer protagonista será el clima, la espera ansiosa de la lluvia y la desesperación de los pobladores vecinos del campo que comenzarán a reunirse en el pueblo para contratar a un llovedor.
El libro cuenta con un trabajo de frases y palabras muy acertadas, digamos de una factura perfecta colocada en el lugar indicado. En algunos párrafos hay frases que obligan a una relectura. Se trata de aciertos, de remates o aforismos y de cierta filosofía inmersa en la atmósfera del relato. Por ejemplo, en el inicio del capítulo 14, en la segunda oración del primer párrafo leeremos: “La alegría jamás tiene la intensidad y la persistencia de la tristeza”, cuando habitualmente suele esperarse este tipo de remates en el final de un largo párrafo. Es una frase adquirida, acuñada por el escritor, pensada a lo mejor por un buen tiempo para ubicarla en esa parte específica de la novela. Esa frase se encuentra en la altura de la página 45 y de la historia sabemos lo justo porque Marcelo irá dosificando los datos para lograr la atención del lector, cuya tensión cerrará en el último capítulo que no sería cuando se devele toda la historia. Cierta esperanza de que algo más irá a pasar es el resultado, eso que queda a disposición del lector para que lo resuelva: pero si ya está resuelto, pero no del todo. Ese punto, el de querer seguir leyendo, de ilusionarse que algo más podrá pasar o que otro nuevo libro de Marcelo, estará en camino para continuar leyéndolo a través de nuevas historias.
EL RESTO DE LA NOTA DESDE EL LINK DE REA: https://revistarea.com/sur-llovedor-y-despues/